sábado, 23 de agosto de 2008

To Cut A Long Story Short

¡Pero bueno bueno bueno! No me reconozco, con lo que soy yo de escribir y contar historias y llevo más de 15 días sin escribir... Aunque bien es cierto que he tenido mucho trabajo y una visita muy esperada de por medio.

Hace ya casi una semana que se fueron mis queridos Joki y Juan; ha sido una de las visitas que yo más he esperado, ya que sabía que a ellos dos les iba a gustar especialmente esta ciudad. Y así ha sido, al menos por sus comentarios y mis sensaciones. Estuvimos viendo todos los colleges que merecen la pena, y con ellos vi por primera vez algunos de los que no había podido visitar hasta ahora porque estaban cerrados por el "examination period", como el Pembroke (donde estudió mi admirado Eric Idle) o el Magdalene. También vimos el Fitzwilliam Museum, que tiene un montón de cosas que a Joki le encantan, como las salas medievales, con sus espaditas, armaduras, etc.

Para mi sorpresa, el más friki no ha sido Joki, sino Juan; el "maldito" (con cariño) nos ha tenido de un lado para otro buscando libros antiguos, su gran pasión remunerada. Y digo remunerada porque va buscando libros valiosos que estén baratillos (porque los vendedores desconocen su valor) y después los vende a precio de oro por los internetes (qué gran visión empresarial)... Llevé a Joki a una tienda friki para calmar su sed idem, pero cuál fue mi sorpresa cuando, al parecer, no era de su interés porque era de Warhammer, y a Youks esas cosas no le van. Hay que ver los distintos tipos de frikismo que hay, y yo sin saberlo.
Voy a contar una anécdota muy graciosa que tuvimos cuando decidimos salir a cenar. Resulta que fuimos primero a un bar de aquí al lado, el típico pub inglés, salvo por el nimio hecho de que sólo servían comida china (¿?). Luego fuimos a otro pub, donde está la verdadera anécdota... fue una sucesión de desdichas. Entré a preguntar si servían comida, pero comenzamos a darnos cuenta de que algo raro pasaba, empezamos a ver los detalles: el camarero tenía una pinta rarilla, junto a la gramola había un grupo de tíos con pelitos de punta y camisa de seda abierta hasta el ombligo que nos miraban golosones, en la pared había una bandera arco iris... y el bar se llamaba Bird in Hand (Pájaro en mano, para los de inglés a nivel de usuario); ¡Dios, nos habíamos metido en un pub gay sin darnos cuenta! Era lo más parecido a La Ostra Azul, jeje. Bueno, salimos de allí y nos fuimos a cenar properly.

En fin, lo importante es que hemos disfrutado muchísimo esta visita; yo siempre me quejaba de que nunca podía viajar por ahí con mis amigos, que nunca salían de Badajoz... y ahí nos encontrábamos, en medio de la City londinense tomando pintas en un pub con Pili y mi querida amiga Indre. Ha sido increíble, espero que podamos repetir estos viajecillos más a menudo (y todavía quedan Zipi, Manolito y Patri por venir). Me alegra mucho saber que he recuperado a estos amigos que tenía bastante alejados, cada uno por razones distintas, y ahora tengo más ilusiones para cuando volvamos a los badajoces.

Bueno, cambiamos de tema... Pili sigue trabajando en los dos sitios, aguantando como una crack. Ya ha dicho en Crabtree que se va a finales de septiembre, cuando volvamos a Badajoz para la boda de Gonzalo y Yolanda, y les ha dado mucha pena. La verdad es que la niña se hace de querer allí por donde pasa, y le han cogido mucho cariño en la tienda (unas más que otras, claro está). A ella le da penilla despedirse de Claire, la manager y, sobre todo, de Steff, una muchachita cándida de 20 años a la que no se le da bien elegir novio.

En cuanto a PC World, le da muchísimo palo decirles que se va, ya que cuando la contrataron le dijeron "esperamos que esto no sea un trabajo de verano y no nos dejes tirados a finales de septiembre..." ¡Anda que no! Así que ahora no sabe cómo darles la buena nueva, pero bueno, ya encontrarán a alguien. Dadas sus habilidades sociales, ahora la han soltado por la tienda para que se ponga a vender, en lugar de quedarse en la caja. El caso es que vende bastante, y lo puedo corroborar, que ayer me pasé por allí. Fui a comprarme el mando para juegos Logitech Cordless Rumblepad 2, que lo necesito para "trabajar" con el Pro Evolution Soccer 2008 y el Virtua Tennis 3, y allí estaba ella, hablando con unos y con otros sobre las características de tal o cual portátil.

El miércoles vino Indre a Cambridge, y estuve todo el día con ella hablando de todo y de nada, como siempre; tenemos muchísimo en común (aparte del pelazo rubio y la piel clarita), es increíble que nos parezcamos tanto viniendo de sitios tan distintos.

Por cierto, hemos decidido despedirnos a lo grande de esta tierra; vamos a dedicar la primera semana de octubre (y última nuestra aquí) para viajar con un coche alquilado por toda la isla. Queremos visitar las playas del suroeste, además de Stonehenge (lo siento, Joki), Liverpool, Keswick (museo de los coches del cine), Edimburgo, etc. En fin, esa es nuestra idea, a ver en qué pueblo minero de Escocia acabamos...

Como fanático del deporte, no podía despedirme sin hablar de los Juegos Olímpicos. Como siempre, con el que más he disfrutado ha sido el gran Nadal, del que soy seguidor radical ortodoxo. Qué crack, se lleva el oro en su pista menos favorita y encima al día siguiente sube al número 1 de la ATP; para mí, el mejor deportista español de la historia, de largo... Bueno, y vamos a ver si los chicos del baloncesto pueden con los megavigardacos de los EE.UU., aunque lo veo complicadillo después del palizón que nos pegaron el otro día.

Venga, voy a ir cortando ya, que se me hace mu largo y luego no queréis leer...

PD: Feliz webcumpleaños, querido Neauer

PD1: No se me ocurre nada más, pero seguro que se me olvida algo, así que consideradlo como un "Vale por lo que se me ha olvidado"

Besos y abrazos

miércoles, 6 de agosto de 2008

Man Made Paradise

Bueno, pues ya estamos de vuelta en las tierras cambridgianas. Hemos pasado 5 días muy buenos en la Madre Patria disfrutando de la gente, del clima (a ratos), de la piscinita, de la comida del hogar y demás placeres que no tenemos aquí.

Llegamos el miércoles 30 a Sevilla tras haber hecho el viaje transoceánico por las islas y la península: pusimos el despertador a las 3 y media de la mañana, cogimos el taxi a las 4 para ir al centro; a las 4:35 salíamos en bus para el aeropuerto de Stansted; una vez allí, esperar hasta las 7:10, que era cuando salía el avión. Aterrizamos en la tierra de Híspalis a las 10:50, hora española, y de ahí en coche hasta Badajoz. En total, cerca de 12 horas en llegar de puerta a puerta.

Con todo eso, me pegué una sobada de sobremesa de esas que hacen historia, así que por la noche no me dormía ni con los cinco lobitos. Quedé con Manolo, Zipi, Joki, Juan y Patri para tomar unas cervecillas e intercambiarnos las anécdotas que no nos habíamos contado por la Web 2.0. Al llegar a casa vi el partido de Rafa Nadal en el Masters de Cincinnati (y en las noches siguientes).

El jueves quedé con Manolo y Juan para echar un tenis, donde dejamos claro que nos hace falta practicar un poco más y que hay que echarse crema solar cuando juegas bajo un sol achicharrante. Por la tarde visitamos Pili y yo la piscina de su campito y estrené el casillero de baños piscineros de 2008. Luego fuimos al Carreful a comprar las cosas para la BBQ del día siguiente...

Gran combinación de amigos (y brothers), carne barbacoera, piscina y sol para el viernes. Nos tiramos en el campo de Pili tooodo el día y por la noche fuimos a visitar el Cerro Gordo, donde observé con cierta intranquilidad que aún le quedan unos meses para dejar de ser un pueblo fantasma; sólo le faltaban las bolas de paja rodando por las calles...

El sábado nos esperaba el bodorrio de Chemita, hermano de Zips (o Agapito, como gusta de llamarse ahora en el mundo cibernético) y Maribel en Oliva de la Frontera; era a la 1 de la tarde, con un sol de justicia que calentaba a unos 40 gradacos (de ahí el "desenchaquetamiento gitanil" de la foto). Menos mal que en la ermita se estaba medio fresquito y que en el restaurante había aire acondicionado. All in all, lo pasamos genial echando el día juntos comiendo y bebiendo como bichillos; los puntos fuertes fueron los discos mix de Zips con los que bailamos hasta el final y la compañía; por contra, lo peor fue la poca marcha de la gente (poca gente se animó a bailar, qué edad más mala) y la poca marcha del pueblo, que nos impidió seguir con la fiesta más allá de las 10 de la noche.

El resto de días lo hemos dedicado a disfrutar de los placeres de tranqui: quedar con los amigos, ir de cena, tomar el sol en la piscina, pasar tiempo con la family, echar otro tenis con el trío lalalá... Me quedó mal sabor de boca no poder ir con mi primo Miguel Ángel a jugar al tenis por culpa del maldito técnico de Dell, que no se pasó a arreglarme el ordenador hasta el último día. Pero en fin, por lo menos nos hemos vuelto con el portátil en perfectas condiciones (crucemos los dedos).

No estaremos mucho tiempo solos, ya que la semana que viene se acercarán Joki y Juan por estos lares a pasar unos días; ya tengo mirados algunos paraísos frikis para Youks y tiendas de libros antiguos para Jotabé. Estoy seguro de que va a ser Le-gen-da-rio, jeje.

Bueno gente, os voy dejando, que aún tengo que instalar cositas en la computadora esta, un placer haber pasado esta semanita con todos vosotros.

PD: Una pena no haberme podido pasar a ver el frente cacereño, pero tampoco ha habido mucha comunicación.
PD1: Por cierto, qué decepción el Boccaccio; no sé si habrá cambiado de dueño o de cocinero, pero la comida no es ni la mitad de buena de lo que solía ser...

Besos y abrazos